Un canto de fe y esperanza: interno del CPL Imbabura N.º 1 compone una melodía inédita en honor a la Virgen de la Merced

Las notas de una guitarra se convirtieron en esperanza dentro del Centro de Privación de Libertad (CPL) Imbabura N.º 1, donde Roland H., una persona privada de libertad y devoto católico, compuso e interpretó una canción inédita dedicada a la Virgen de la Merced, considerada protectora de los privados de libertad en la tradición cristiana.

Esta emotiva creación nació en el marco del eje cultural del centro, que impulsa actividades que fortalecen el espíritu y la rehabilitación. El gesto también refleja el respeto a la libertad de culto consagrado en la Constitución, pilar fundamental de los procesos de tratamiento penitenciario.

“Me tomó cerca de una semana inspirarme y escribir los versos para la Virgen. Mis hijos me apoyaron y están felices de verme aprovechar el tiempo de manera positiva. Agradezco a las autoridades por confiar en mí como instructor del taller de guitarra y por permitirme dedicar esta canción a la Madre de Dios, a quien sigo desde niño”, expresó con emoción Roland.

El padre Edgar Palacios, sacerdote de la Orden de la Merced en Ibarra, destacó el impacto espiritual de la melodía y reveló que ya se escucha en países como México, Colombia, Chile y Argentina, donde la congregación tiene presencia internacional.

“Este canto nos ha conmovido profundamente. Tiene un mensaje poderoso que inspira. Toda actividad artística canaliza sus energías y se convierte en un verdadero camino hacia la rehabilitación”, señaló el sacerdote.

El Servicio Nacional de Atención Integral a Personas Adultas Privadas de Libertad y a Adolescentes Infractores reafirma que la rehabilitación no solo se construye con normas, sino también con oportunidades para sanar, crear y volver a creer. A través de la cultura, el arte, la fe y el acompañamiento institucional, la transformación es posible incluso en contexto de privación de libertad.